Dedicado a una hermosa callejuela
de un pueblecito, Linares de la Sierra, enclavado en pleno Parque Natural de la
Sierra de Aracena en Huelva. Una calleja preciosa que me dejó encantada por su
belleza y la tranquilidad que se respiraba. Ignoro su nombre, espero que el que
tenga, haga honor a ese precioso lugar.
PERDIDA EN LOS UMBRALES DE LA TARDE
Perderme
de la cal, en su blancura.
de la cal, en su blancura.
Perderme
en la ventana entrecerrada.
Perderme
en los rumores de las fuentes.
Perderme
en soledades empedradas.
Perderme
entre aromas de claveles.
Perderme
al tibio sol de la mañana.
Perderme
por los quicios de sus puertas.
Perderme
entre tañidos de campanas.
Perderme
en los rumores de las fuentes.
Perderme
en soledades empedradas.
Perderme
entre aromas de claveles.
Perderme
al tibio sol de la mañana.
Perderme
por los quicios de sus puertas.
Perderme
entre tañidos de campanas.
Perderme
en el frescor de la penumbra.
Perderme
entre silencios y la calma.
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Perdida
en los umbrales de la tarde.
Perdida
por recodos y altozanos.
Perdida
entre los trinos de jilgueros.
Perdida
en sus balcones de geranios.
Perdida
entre jazmines y las rosas.
Perdida
por la sombra y el solano.
Perdida
entre susurros de visillos.
Perdida
en los postigos entornados.
Perdida
en el verdor de los helechos.
Perdida
entre suspiros y geranios.
entre los trinos de jilgueros.
Perdida
en sus balcones de geranios.
Perdida
entre jazmines y las rosas.
Perdida
por la sombra y el solano.
Perdida
entre susurros de visillos.
Perdida
en los postigos entornados.
Perdida
en el verdor de los helechos.
Perdida
entre suspiros y geranios.
Y al fin hallarme…
Y encontrarme
al volver de las esquinas
perdidamente…
serenamente…
y para siempre perdida…
en ese atardecer de mayo.
Y encontrarme
al volver de las esquinas
perdidamente…
serenamente…
y para siempre perdida…
en ese atardecer de mayo.
María Prieto Sánchez.
Mayo 2016.