sábado, 29 de mayo de 2021

"EN UN POEMA INACABADO"

Foto: Bru-nO. Pixabay

EN UN POEMA INACABADO

Hojas en blanco
de una noche eterna.

Apresurado
rasgueo de papel
que atrapa el vuelo
de las palabras
efímeras
antes de que se diluyan
en la negrura
del pensamiento.

¿Qué será de las palabras
que se deshacen
y se vierten al vacío…?

Por detrás
se caen del alma,
huyen al precipicio
del silencio…
en un poema inacabado.

 

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sábado, 15 de mayo de 2021

"- ¡CIERRA LA PUERTE, MADRE!"

 

-¡CIERRA LA PUERTA MADRE!

Incendio en el cielo.
Madrugada
de un viernes cualquiera.

Temblando
bajo pájaros de fuego y muerte.
Temblando
los cimientos de la casa.
Temblando
las sirenas en un caos
de oscuridad
de polvo y escombros…

(Galopes
de corazón.)

Los gritos…

Los gritos se amontonan
unos con otros
taponando los silencios
y los sueños.

Bajo la escalera.
Con los ojos cerrados.
–¡Cierra la puerta madre!

–¡Madre, madree, madreeee…!

El horror, el horror, el horror…

 

 Mayo 2021

(A todas las víctimas civiles, en especial a los niños, del bombardeo de estos días en la Franja de Gaza.
Por la Tolerancia, la Convivencia y la Paz.)

María Prieto

 

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martes, 11 de mayo de 2021

"HACE CIEN POEMAS QUE NO TE LEO..."

 

 

HACE CIEN POEMAS QUE NO TE LEO...

A un amigo poeta)

Hace cien poemas que no te leo…
que no paseo
por las esquinas verticales
de tus letras.
Que no me cuentan nada
las distancias que me gritan
desde lo más remoto de tus versos.

Aún recuerdo la neblina en tus ojos
de poeta
ese cerco de tristeza que imprimías
al poema,
la vagabundez buscada
merodeando siempre entre el agua
y la maleza
con un libro de Margarit abierto
entre tus dedos
y un halo de viajero transeúnte,
cansado y penitente,
de corazón semicerrado
y entreabierto.

La lejanía
se instaló indefinidamente
entre mis azuladas
sinestesias,
mi metáfora barroca
y fantasiosa,
mis interrogaciones sin respuesta…
y tu prosa
de desnudas realidades.

Tus versos arribaron
a una frontera nebulosa,
impredecible,
emprendieron un viaje con destino…
hacia ninguna parte.

Hace ya más de cien poemas, que no te leo.

Y la lluvia fina sigue cayendo
por el filo
de unos versos…
bruscamente interrumpidos.

 

Texto y foto: 

María Prieto

Abril 2021

 

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sábado, 8 de mayo de 2021

"A SOTTO VOCE (DONDE CANTAN LOS SILENCIOS)"


 A SOTTO VOCE 

(donde cantan los silencios)

Chirrían los goznes en la puerta del ocaso.
Y yo me pierdo
en ese espacio ingrávido y etéreo
entre la tierra y el cielo
donde gravitan los graznidos de la tarde.

A lo lejos,
crepita un fuego incandescente,
arde el sol hacia poniente.
Son latidos sonoros
de un crepúsculo que se desgarra,
que aún no cicatriza
en sus silencios de colores
encendidos.

Murmullos, siseos, aleteos,
leves trinos, canturreos…
acomodándose.

Removiéndose en un aire, ya nocturno,
que se posa entre las copas
de la calle desierta
y los árboles de mayo.

Rumores apagados
en la diaria ceremonia del anochecer.

Desde su púlpito,
una campana recita su rosario
de viejas letanías
en un coro anónimo de vientos.

Es la hora.
Todo se acalla en estos pueblos…
(donde los silencios…cantan)

Hora sagrada
sin un grito
sin ruido.

Los días,
como una piedra
muda y sorda,
se hunden en el agua…

…del olvido.

                       (A sotto voce) 


Texto y foto:

María Prieto

Mayo 2021


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lunes, 3 de mayo de 2021

"ES TIEMPO DE PALABRAS CERRADAS AUNQUE SEA PRIMAVERA"

 

Pintura: “Ramo de dalias y libro blanco” (1923) Henri Matisse

ES TIEMPO DE PALABRAS CERRADAS AUNQUE SEA PRIMAVERA

Es tiempo de palabras cerradas
aunque sea primavera…

Se cierran en sí mismas
en una rebelión oscura,
feroz e inevitable.
Intento sacarlas a la luz,
abrirlas, a golpe de tijera
recortándoles el aire,
asfixiándolas en su propio vaho
y, sobrevivientes, se resisten.

Las incendio,
y apuran su llama lentamente;
incombustibles, no se abren,
ni piden auxilio.
Ni se hacen ceniza
que se esparza por el aire
como un velo suspendido
que nuble los ojos
y enmudezca los vientos
que hablan por mí.

Es tiempo de palabras cerradas
aunque sea primavera
y los pájaros las despierten
en su bunker.

Se resisten a mi boca,
a mis manos, escritas,
a las ganas de gritar,
al seísmo silencioso que recorre
cada noche
el abismo de mis versos,
a los días de inmersiones y de soles
transparentes.

Se resisten, tercamente.

Es tiempo de palabras cerradas
aunque sea primavera…

(Aunque mueran...todos los poemas)

Aunque las flores
se desangren en colores,
aunque el aire se desnude
de su aroma evanescente.

Aunque yo me quede…con las ganas de gritar
y desamordazarlas.

 

María Prieto

Abril 2021 


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domingo, 2 de mayo de 2021

"RETRATO EN SEPIA" (A mi madre, Adriana) cuatro shadormas

 

Foto: Alejandro Ávila Fernández
 

RETRATO EN SEPIA 

(A mi madre, Adriana)

★★★★★★★★★★★★

Sentía
tibia tu piel
tu voz
tu rostro
los recuerdos diluidos
de amor…eterno.

★★★★★★★★★★★★

Fragancia
límpida y fresca
olor
a ti
memorias de tu esencia
albo jazmín.

★★★★★★★★★★★★

De mayo
blanco recuerdo
un patio
de cal
geranios florecidos
tus manos cuidan.

★★★★★★★★★★★★

En sepia
se desdibuja
tu risa
sonora
de viento y agua clara
regando el alma.

★★★★★★★★★★★★

 

(Día de la Madre) 

A ti,
       allá donde estés...
Con todo mi cariño. 

🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺

María Prieto

Mayo 2021


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sábado, 1 de mayo de 2021

"PONIENDO VOZ A LOS SILENCIOS" (dedicado a la novela de Dulce Chacón "La voz dormida")

 

 

PONIENDO VOZ A LOS SILENCIOS

Cárcel de Mujeres de Ventas, Madrid.
Posguerra civil española)

Perdido todo…
se encontraron de pronto
en un espacio oscuro,
sórdido, hacinado,
donde el vértigo
deshacía la memoria
y caía hacia el abismo.

Trataban…de sobrevivir.

La guerra resonaba y quemaba
todavía en sus pestañas
pero otra, más sorda y callada,
se abatió de golpe sobre ellas.
Se levantaron muros
y el tiempo quedó afuera,
la memoria perdida.
Acorralando sus miedos…
el pensamiento único y traidor
de los caudillos del silencio.

Mujeres de posguerra,
ahogando gritos
en la cárcel de Ventas.

Sus voces, entre susurros
y el dolor, abrían caminos,
rompían los silencios.
Filas en los pasillos
con aires marciales,
otras mujeres,
celadoras del orden,
cancerberas,
a veces (solo a veces)
compasivas.
Vigilantes adiestradas
extirpando los jirones
maltrechos del alma
y los derechos
de la nueva mujer republicana.

Represaliadas, reclusas,
sin cobardías
a pesar de los temores.
En su frente despejada
reflejaban justicia, dignidad,
coraje, resistencia,
impotencia sin llanto
ante los ojos terribles del miedo.

La primera mujer que iba a morir…
se llamaba Hortensia.
La mujer que iba a morir
no sabía…
que el miedo agazapado
tiene los ojos cansados
y un vórtice voraz
que se traga los sueños
y la vida…
y la otra vida que temblaba
en su interior
como un arrullo de viento leve
en su vientre
que acariciaba poco a poco.

A veces, reía. A veces, permanecía
sobre su petate enrollado
y escribía en un cuaderno azul,
regalo de Felipe, su amor.
Escribía lentamente,
con la derrota
colándose en lo hondo,
escatimándole los recuerdos
a la muerte,
deshabitándose por dentro,
vertiendo la amargura
en el papel…
mientras dictaban su sentencia.

“El miedo de Elvira.
El miedo de Hortensia.
El miedo de las mujeres
que compartían la costumbre
de hablar en voz baja.
El miedo en sus voces.
Y el miedo en sus ojos huidizos,

para no ver la sangre.
Para no ver el miedo, huidizo también,
en los ojos de sus familiares.”

¿Cómo no sentir vértigo
con los recuerdos por morir?

Y yo leía…
y lloraba…
y derramaba todo el miedo
que ellas no lloraron.
Y alzaba la voz por ellas
poniendo palabras a sus silencios
en un grito de rabia líquida
derramándose en filamentos
de una pena soluble y vulnerable
de tantas…que se quedaron en el camino,
tapando la noche.

No obstante, renacía la esperanza…
en aquel cuaderno azul, atesorado
entre las manos de una niña, ya mujer
rescatando, entre sus letras,
la memoria de una flor…con el tallo cortado.

Ojalá que otras voces,
broten de los silencios,
que despierten a tantas
voces dormidas.

Porque se va la vida en un suspiro
como las aguas en los ríos…
no debemos dejar
que se olvide el olvido.

************************************* 

(El texto anterior entrecomillado y en cursiva, pertenece al libro.
Y este, es su comienzo:
“La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia. Tenía los ojos oscuros y no hablaba nunca en voz alta. Sólo cuando la risa le llenaba la boca, se le escapaba un Ay madre mía de mi vida que aún no había aprendido a controlar, y lo repetía casi a gritos sujetándose el vientre. Se pasaba gran parte del día escribiendo en un cuaderno azul. Llevaba el cabello largo, anudado en una trenza que le recorría la espalda, y estaba embarazada de ocho meses…”)

Dedicado a la memoria de Dulce Chacón, poeta y novelista, por rescatar del silencio y el olvido a tantas voces dormidas de mujeres que creían en un mundo mejor y más justo.

 

Texto y foto: María Prieto

Abril 2021

 

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