lunes, 16 de diciembre de 2019

"RELOJ DE ARENA"

Foto: Xaviandrew en Pixabay

RELOJ DE ARENA

Mañana de silencios condensados.
Entre una niebla turbia de arracimadas nubes,
enfebrecido y disonante,
como un reloj de arena con el alma
estrangulada en su mitad…
el tiempo pasa.

Sus minutos van cayendo
ante mis ojos impotentes
grano a grano
cada vez,
a mayor velocidad.

Y se agotan las horas
venideras,
el hastío se apodera de ellas.
Y las luces se apagan poco a poco
en este estrecho y asfixiante
tubo de cristal.

Se acaba ya la arena.
Se da la vuelta…y a empezar. ¿Hasta cuándo?

(Monotonía en el giro de los días.)

Soledades, galerías y retratos de Machado
en mi bolsillo, esperan encerrados
y pretenden indicarme los caminos.
Todo pasa y todo queda…
pero no hay ninguna marcha atrás
en este caminar.

Se escuchan
ruidos estridentes de sirena,
una ambulancia pasa
y se acelera el corazón acobardado.
Dos viejos pasean despaciosos por la acera.

¿Pesan los años? ¿Pesa el tiempo?
Los veranos, los otoños, primaveras…

Y enfrente,
en un rincón del parque,
un banco espera un no sé qué...tal vez 

el rayo final del sol poniente.

…Y otro reloj, está vez acompasado,
el de la torre aún dormida de la plaza solitaria,
con su sonido lúgubre
y solemne,
marca las tres.

(Todavía queda tarde soleada…)



María Prieto
Diciembre 2019



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó, añade un comentario, por favor.