HAIKUS
DE PRIMAVERA
En las mañanas
te sorprende la brisa
por la ventana.
Días azules.
El viento sopla suave.
Danza de nubes.
Y en las dehesas.
El cantar de las aves.
Runrún de abejas.
Por el encinar
se escucha el quejido
del aire al pasar.
Pétalos caen.
La nieve del cerezo.
El blanco valle.
Flor de la jara.
Brezos y amapolas.
Violeta y grana.
Hay nubarrones.
El cielo zigzaguea.
Caen chaparrones.
Flor del almendro
de rosa nacarado.
Suspiro bello.
Gotas brillantes
se deslizan despacio
por sus estambres.
Hierba mojada.
Levantando su vuelo
la alondra parda.
Y la cigüeña,
planeando despacio,
altiva y negra.
Sierra lejana.
Silencios amarillos
en las retamas.
Arroyo claro.
En el cristal del agua
el sol dorado.
Y por los patios…
perfume de jacintos
y níveos nardos.
Las mariposas,
etéreas y elegantes
entre las rosas.
Y en los arriates
intensa hierbabuena,
clavel fragante.
Cae la tarde.
Azahar de naranjos
perfuma el aire.
Humo de incienso.
Resonar de cien pasos.
Recogimiento.
Cruces de mayo.
Tamboriles y flautas
rompiendo el tiempo.
Y en la calleja…
¡la noche se estremece
de luna llena!
María Prieto Sánchez
Marzo 2017. La Palma del Condado
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