martes, 12 de marzo de 2019

"ESOS DÍAS AZULES..."


    ESOS DÍAS AZULES

Hay días tibios y azules
con ausencia del frío y de la nieve.
Días azulados de horizontes
cristalinos,
sin turbios nubarrones que presagien
tempestades.
Días ingrávidos de aire
menos denso
que se respira a grandes bocanadas.

Azules días templados y apacibles,
con tus océanos turbulentos
recobrando la calma y la armonía
después de la tormenta.
(No hay resaca en esos mares interiores.)

Claridades de soles amarillos
cubren el brillo
encendido de tus ojos.
Alegres días de blancos pensamientos,
sin lamentos,  
sin oscuridades lastimeras
y dolientes.

Días diáfanos de caminar sereno.
De pasos leves que acarician
el ritmo y la cadencia
de tu cuerpo.
Azules días donde descubres
la esencia sin reproches
del silencio.
Y ese silencio es tu compañero.
Y en paz estás consigo misma.
Y levitas entre nubes,
volátil y liviana.

El corazón te late más despacio en esos días…
No te ahoga…
Ni te hace conjeturas,
ni crueles e implacables soliloquios.
Y sonríes a la vida…

Días azules sin grandes misterios y secretos.
Sin vacíos y polvo
en los poros
de la piel.
Esos días que te desprenden y te salvan
del abismo,
de la nada.
Y son un todo intacto, puro y limpio
que te ocupa por completo.

Y te asomas jubilosa a la luz de la mañana
con tus ventanas de par en par
abiertas.
Sin corrientes infladas
de visillos
que te arrastren.
Sin mariposas negras.
Sin cortina gris en tu mirada…

Días azules de soledad amiga,
de soledad buscada.
Vas con ella adherida a tu costado
deslizándote tranquila
y dichosa
entre sus manos.

Esos días pausados
que se escurren lentamente
como arroyos
de miel por tus senderos.
Días risueños
que salpican tus labios
de amapolas
con la brisa revolviendo los trigales
de tu pelo.

Azules claros de tregua y armisticio,
(bandera blanca
prendida en la solapa)
Una pausa pactada en tus batallas…

Estos días azules nos recuerdan…
aquel cálido sol (que tanto deslumbraba)
en una esquina lejana de la infancia…


“Estos días azules y este sol de la infancia…” (Un recuerdo para mi admirado Antonio Machado)

Texto y foto:
María Prieto
Marzo 2019

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