lunes, 3 de junio de 2019

"LLAMADA DE LA TIERRA"



LLAMADA DE LA TIERRA
Hoy era uno de esos días hostiles,
de esos días desangrados, de indolencia persistente.
Días de gris amanecida
en el borde oblicuo de la cama.

Salí a la calle, solitaria,
buscando respirar lo respirable.
Tomé la senda que aún conserva
las huellas lentas de mi caminar sereno
y levanté la vista con desgana...

Aspiré fuertemente los aromas
vivificantes de la tierra
y, de parte a parte, traspasó mi cuerpo
la humedad densa que la lluvia
se dejó olvidada aquella noche del invierno.

¡Y fue como un estallido repentino...!
Como adentrarse en lo profundo
de la tierra
buscando las raíces de la vida...

Como empaparse en savia dulce
y embriagarse,
como sentir que nacen ramas en tus brazos
y en las manos flores blancas.
Y ver crecer tu árbol en un silencio hondo...

Y fue como abrazar la madre Tierra,
como escuchar su voz cálida y grave
en un paisaje atávico y remoto.

Y me dejé mecer por una brisa blanda...

Volvió a sonar la lluvia, quedamente,
sobre las hojas brillantes de un naranjo.

Una oscuridad de nubarrones grises hendía la desnuda
soledad de las higueras.

Y se estremeció la tarde
con un suspiro húmedo y subterráneo de latido,
de auténtico quejido vegetal...


María Prieto
Febrero 2019

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