lunes, 6 de enero de 2020

"VOLVER A CASA" (Persiguiendo mi recuerdo.)

"Patio sevillano" Manuel Fernández


VOLVER A CASA (Persiguiendo mi recuerdo.)

Quiero de nuevo volver a aquella casa,
nuestra antigua casa familiar.

Abrir de par en par su puerta
renqueante por el tiempo y el olvido.
Limpiar las telarañas de memoria
y asomarme al postigo de mi cuarto
a mirar caer la lluvia acompasada
sobre el viejo empedrado de la calle.
Horas y horas escuchando
la canción de una lluvia interminable
que acunaba mis tardes y noches invernales.

Quiero sentir de nuevo en mi alma fría
el calor reconfortante de la lumbre,
de aquel hogar hospitalario y ancestral,
el epicentro de la vida de la casa,
el dios del fuego cálido,
rito atávico y lar acogedor.

Quiero subir las escaleras que crujían
de aquel desván abigarrado y misterioso
donde una niña entonces,
desplegaba fantasías de colores
y con ojos curiosos exploraba
sus rincones polvorientos ideando mil historias.

La misma que vivía dentro del cuento
que su padre le contaba con voz grave,
adivinando las siluetas que su mano encallecida
dibujaba en la pared, sombras chinescas
que luego ella repetía una y mil veces…

Ya no es la misma que ahora escribe
estos recuerdos...

Quiero escuchar de nuevo el silbido
agudo de los vientos.
Quizás…en la campana de la enorme chimenea
ya no sople la música del viento para mí.
Quizás ya no…
Y el hogar esté apagado sin remedio.

Quiero palpar la frescura
de los cántaros de barro, henchidos y rojizos
y refrescar con agua pura y transparente
estos labios míos de ahora, secos,
resquebrajados y sedientos.

Perfumarme con el aroma del hinojo,
del romero o del espliego silvestre
que del campo mi padre nos traía.

Y observar aquel rayo de sol
reverberando en la pared
con la blancura cegadora de la cal.

Tal vez me encuentre
a aquella niña de las trenzas soñadora
en el patio soleado de un cálido verano
entre macetas de geranios,
mirando golondrinas por abril
en los nidos del alero
o escuchando el frenético
crotoreo de las cigüeñas en el tejado
de la torre de la iglesia.

Tal vez la encuentre...contemplando
la luna llena en una noche de fugaces estrellas
intentando averiguar los misterios y secretos
del universo infinito y eterno.
 
Quiero escuchar, una vez más,
la voz potente de mi madre:
"¡Mariiiii!!!! ¿Dónde estás?"
que me ponía la cabeza entre los hombros
y los pies sobre la tierra...

Quiero encontrar esos caminos
que me lleven a sus manos amorosas
que con celo me arropaban
en las noches heladas de diciembre.

Tal vez la encuentre en esa casa
antes… de que se borre la memoria.

Quiero volver para saber si estoy perdida
y no encuentro los caminos de mi vida.
Esos senderos que se van desdibujando
entre las sombras…

Quiero volver para saber
si aquellos años tan dichosos de la infancia
fueron sueño o realidades,
fantasía o verdad desfigurada,
desgastados por el tiempo y la distancia.

Quiero volver y no puedo ni encontrarme
ya en mí misma, hallar en mí
las raíces y el recuerdo, la huella firme
de mis pasos.

Solo el aire,
cuajado de nostalgia y remembranza,
queda de la casa,
sobreviviendo todavía
allá arriba… en la nube más blanca.




María Prieto
Enero 2020


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