viernes, 7 de febrero de 2020

"AMARILLEA LA TARDE"



AMARILLEA LA TARDE

Hay estrías cuajadas,
incrustadas en el cielo.

- ¿Por quién
dobla la campana...?

El aire
se ha posado
en los naranjos.

Por la calle Real
no pasa nadie.

En la torre,
suena grave
una campana.

Está sola la tarde
y los bancos vacíos.
La fuente quieta.

El tiempo se estira
y se enlentece.

Se detiene
en las estáticas
palmeras.

La campana que tañe
atraviesa el olvido...

Y lo parte en dos.

Los recuerdos huyeron.

No sé qué pasó...

De repente,
el silencio
se tiñó de amarillo.

Como flor del invierno
amarilleó febrero.

Tras la tapia alta
las mimosas lloran
de perfume penetrante.

Y dejan caer
silenciosas
su lluvia amarilla.

Amarilla
en sus charcos
de flores,
calla la soledad.

Amarillas ausencias.
Limonero amarillo.

Solo el sol está oscuro.

Y en su alma amarilla
se refugia la nada.

Van en comitiva
las palomas mudas
de amarillos arrullos.

Y sigue…
el sonido pálido
de campana lenta
que tañe insistente.

Con un rictus amargo,
se despide la tarde.

Callada por fin,
la campana
no dobla.

En el cielo encendido
asoma una luna
amarilla y redonda.

Amarillean las sombras
en su lápiz de ojera.

El polvo amarillo
lo cubre ya todo.

Hasta la madrugada…

Y continúa la lluvia
de mimosas caídas.

- ¿Por quién dobló
la campana...?

- ¿Tal vez fuera por mí...?

Amarillea el alba.

Mientras,
me sobrevivo a mí misma.





María Prieto
Febrero 2020

2 comentarios:

  1. El sonido de las campanas invita a soñar...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, pero si doblan por alguien que ha muerto son muy tristes...
      Gracias por tu comentario. Un abrazo, Rafael.

      Eliminar

Si te gustó, añade un comentario, por favor.