MARISMA
Con el alma húmeda de las últimas lluvias
la marisma se extiende en su lecho.
En su manto de agua, mi mirada
se aclara
y se lava en espejo plateado
de verdes
de juncos oscuros
y en su alma mojada,
mi mirada derrama las sombras
que la atravesaban…
y se empapa de luz.
Quietud de sagrada marisma.
El viento me trae aroma
a romero
y un rumor de aleteos.
Soledad de poniente.
Entre viejos pinares…ya declina la tarde.
Foto y texto:
María Prieto
Mayo 2020
Foto: Marismas del Rocío. Huelva
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