Casa Museo de Juan Ramón Jiménez, Moguer, Huelva |
ES TIEMPO DE SEQUÍA EN ESTE TÓRRIDO VERANO
Es tiempo de sequía en este tórrido verano.
El aire escupe fuego
sobre la piel dorada de una tarde adormilada.
El aire escupe fuego
sobre la piel dorada de una tarde adormilada.
Anulados los sentidos,
solo perciben los silencios
detenidos en las calles.
Pequeña muerte en las aceras empolvadas.
Oídos sordos de entoldadas lejanías.
solo perciben los silencios
detenidos en las calles.
Pequeña muerte en las aceras empolvadas.
Oídos sordos de entoldadas lejanías.
Ni el tren acaso, arrastra un sopor lento
en los ecos solitarios del andén.
Reloj parado de la puerta cerrada a cal canto.
Sudor y hastío emprenden un viaje imposible e inacabado.
en los ecos solitarios del andén.
Reloj parado de la puerta cerrada a cal canto.
Sudor y hastío emprenden un viaje imposible e inacabado.
Tintas fuertes reverberan en las rejas recién pintadas
de la casa de enfrente.
Aromas imposibles de clasificar
se pierden enredados en la calma
de un patio inundado por el sol inclemente
que filtran las vidrieras de color.
de la casa de enfrente.
Aromas imposibles de clasificar
se pierden enredados en la calma
de un patio inundado por el sol inclemente
que filtran las vidrieras de color.
Mis manos detenidas sobre un papel imaginado.
Respiro lento e intento descifrar los sentimientos.
Todo me es ajeno, hasta el dolor de no escribir
con trazo firme o delicado.
Respiro lento e intento descifrar los sentimientos.
Todo me es ajeno, hasta el dolor de no escribir
con trazo firme o delicado.
Sequía de rayos que no cesan.
Sequía en el alma que obtura los recuerdos.
Sequía en el pecho que te impide respirar.
Gritar el nudo que se ha hecho
entre el vacío y los llenos imperfectos
de esta desesperante sequedad.
Sequía en el alma que obtura los recuerdos.
Sequía en el pecho que te impide respirar.
Gritar el nudo que se ha hecho
entre el vacío y los llenos imperfectos
de esta desesperante sequedad.
El mundo parece que se para
en el reflejo del espejo.
Son momentos interruptos y finitos
de una blanquecina laxitud
en los espacios de la casa, donde
no se mueve nada.
en el reflejo del espejo.
Son momentos interruptos y finitos
de una blanquecina laxitud
en los espacios de la casa, donde
no se mueve nada.
Solo un grifo que gotea, poco a poco, soledad.
Y mi cabeza aletargada no lo puede asimilar.
Ni consigue deslizar, una letra en el papel.
Ni consigue deslizar, una letra en el papel.
Es tiempo de sequía en este tórrido verano andaluz.
Sudor y hastío que regresan del viaje.
Sudor y hastío que regresan del viaje.
La tarde,
cayendo va....
cayendo va....
Texto y foto:
María Prieto
Julio 2020
María Prieto
Julio 2020
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