LLUVIA BLANDA
Empapada
de lluvia primeriza
llora la rama
la ausencia de los pájaros.
Gotea
despacio, sola,
bajo un cielo de ceniza
susurrándole secretos
al verdor tornasolado
de las hojas.
La lluvia
es una ninfa
que llora mientras canta
en la tarde de octubre
que se extingue,
de sombras salpicada.
Cada gota
tiembla
en el corazón cansado
de los árboles.
Titila, luego cae…
Un eco
débil
se extiende suavemente
por el aire mojado
y se enlentece el cuerpo
dormido del paisaje.
Empapados
de la lluvia temprana
lloran los pájaros
la ausencia de la rama.
Mi corazón
no alcanza…
ni al pájaro, ni a la rama.
Mi corazón es agua…
torrente amordazado.
La lluvia
blanda tiene un nimbo
cristalino de ternura
que enmudece
los rumores de las frondas.
Y aplaca,
gota a gota, las tormentas
del alma.
Octubre 2020
Foto de mi
amiga Lola González.
(Este poema va dedicado a ella, con mucho cariño)
Ver en Poémame
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