martes, 12 de noviembre de 2019

"JUEGO DE LUCES"

“La joven de la perla” Johannes Vermeer (1665-1667)


JUEGO DE LUCES

“Vemos la luz del atardecer anaranjada y violeta porque llega demasiado cansada de luchar contra el espacio y el tiempo”.
                                                                             (Albert Einstein)

Juego de luces y de sombras en el alba,
entre la noche oscura que se rasga poco a poco
y las tenues claridades apenas apuntadas.


Hermosa luz de las mañanas de verano
con el sol que entra a raudales
perforando el cristal de mi ventana
y suavemente se tamiza en el visillo anaranjado.

Zigzagueante luz divina, amenazante,
la del rayo en la tormenta.  
Castigo gris y negro desafío
sobre un cielo turbio y ceniciento.

Transparente, de cristal, luz acuosa y movediza
en la corriente suave de los ríos.
Azulada, blanca, verde y sinuosa...
Plomiza y de cobalto sobre el mar en el invierno.

Rutilante la luz del mediodía
con un sol majestuoso paseando por su cénit,
transitando lentamente el meridiano celestial.
Las sombras se disipan, huyen…se difuminan, se reducen.

Arrebol apasionado y encendido, intenso y lujurioso,
dorado ocaso con un sol que se abre paso
y que impúdico se mira
en el espejo inmenso del Atlántico
entre el blanco algodonoso de las nubes.

A media luz estoy
al contemplar tus ojos encendidos…
Un destello verde cuarzo,
tu mirada iluminada a media noche
en la penumbra de tu cuarto.

Y esa romántica luz de vela que titila...

Luz azul, silenciosamente bella e intangible,
de hiriente resplandor entre los hielos de la Antártida.
Arcoiris sugerentes en el cielo boreal,
estallidos de colores que se bañan
en la aurora del círculo polar.

Luz nocturna que reflejan las farolas somnolientas
sobre los charcos dibujados en la acera.
Luz lejana y mortecina en la distancia.

Emborronada luz difusa y misteriosa entre la niebla...

Maravillosos claroscuros interiores,
de la vida y de la muerte, tonalidades y contrastes.
Intensa luz y negras sombras en los lienzos
de Rembrandt, de Vermeer o Caravaggio...

Y esa cósmica y espléndida belleza plateada,
metalizada luz de las estrellas y los astros.
El universo iluminado sobre el cuerpo del paisaje,
en una noche de verano y luna llena.






María Prieto
Noviembre 2019




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